Poema 20? Mas bien parece una canción desesperada.

¿¿Cómo puede una persona acumular tantas patrañas y mentiras sin convulsionar ni desquiciarse?? A veces me parece, que de tanto vivir rodeado de mentiras, llegas a un punto en que no sabes cuál es la realidad, ni sabes diferenciarla de tus mentiras. Gracias a Dios, conozco la verdad, y vivo por ella. Detesto las mentiras, intento con todas mis fuerzas no practicarlas, porque sé y he sufrido el daño que causan. Me recordé del poema 20... puedo escribir los versos más tristes esta noche... esta noche, si embargo, no está estrellada. La estrellada, soy yo.

A erradicar se ha dicho...

Tanto que hacer... y con tan pocas ganas de hacerlo. Por qué sucede siempre esto de ¿querer comenzar y no hacerlo nunca? La inercia parece estar sumergida en lo más profundo de mi ser. Es cierto, despierto, me levanto, me visto, voy a trabajar, vuelvo a casa, ordeno lo que esté fuera de lugar, como, leo, veo pelis, duermo. Y vuelvo a despertar... Porque todo lo que sea fuera de mi rutina no parece tener mayor impulso que... bueno eso, sin impulso... La ley del menor esfuerzo... que abismantemente sobrecogedora e invasora. No me gusta, la voy a exiliar de mi vocabulario y de mi vida. Espero que la próxima vez que deba hacer algo no rutinario, tenga e invierta todas mis ganas en hacerlo. He dicho.

Cómo bloggeo???

Pienso, o no? Describo, o no? Siento, o no? Escribo, o no?
Creo que eso es un poco la esencia. Vivir y compartir.
Si se vive y no se comparte, es casi como no vivir.
Al no compartir, simplemente ¿para quién existes?
Haz tu vida... y luego compártela, tiene un sabor distinto cuando lo haces.